miércoles, junio 01, 2016

Reflexiones para la Modelización Predictiva del Estado de Cosas en la Sociedad Capitalista

1. Introducción

Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha deseado poder predecir el estado futuro de un sinfín de variables, es decir, el acontecimiento de hechos. Una apropiada predicción de los mismos nos permite adoptar una serie de medidas oportunas con tal de situarnos en la posición más ventajosa con respecto a ellos. Así, por ejemplo, nos encontramos en disposición de evitar catástrofes o de aprovechar óptimamente las circunstancias futuras en nuestro favor. La modelización predictiva trata de dar un marco formal a este deseo a través de una aproximación científica, donde las variables de interés son integradas en un modelo de naturaleza matemática que nos permite la predicción del estado futuro de dichas variables. Usualmente, en los fenómenos naturales y sociales interviene una enorme cantidad de variables que hace de la simple aproximación una inherencia de los modelos predictivos tratables, siendo únicamente estos los ciertos desde el punto de vista del pragmatismo filosófico. Así, por su utilidad práctica para la humanidad, conviene considerar modelos sencillos donde sea seguido el principio de parsimonia, es decir, modelos sustancialmente explicativos a partir de considerar el menor número de variables posible. Por ejemplo, la Segunda Ley de Newton corresponde a un modelo matemático sencillo capaz de predecir la aceleración que experimenta un cuerpo a partir de conocer su masa y la fuerza neta aplicada sobre éste. Adicionalmente, si fuésemos capaces de conocer la posición y dinámica de todos los elementos que interaccionan en un determinado sistema cerrado (por ejemplo, el universo), los modelos predictivos, por su naturaleza aproximativa, serían del todo innecesarios desde el punto de vista del determinismo laplaciano, quedando el azar relegado a la categoría de pura inventiva humana no pragmática. En resumen, desde las ópticas científica y pragmática, los modelos predictivos a lo largo de la historia han contribuido a alcanzar un alto grado de desarrollo, mejora de las condiciones de vida y supervivencia humanos.

Los modelos predictivos son una herramienta aplicable a cualquier dominio de interpretación de la realidad o campo del saber humano, desde la electrónica a la sociología pasando por la economía, etc. Esta breve disertación no pretende en absoluto plantear formalmente un nuevo modelo para la predicción del estado de cosas en la sociedad capitalista. Su objetivo es mucho más humilde y radica en el esbozo de cómo algunas de las variables más evidentes en dicho ámbito pueden interaccionar, llevando inferencialmente a un tipo de modelo recursivo de predicción muy básico. Con ello se pretende, por un lado y de nuevo humildemente, concienciar de los riesgos presentes y futuros que entraña el continuar viviendo bajo el sistema de dominación capitalista para la clase trabajadora en particular y la humanidad en general. De otro lado, estas líneas tratan de alentar una reflexión más profunda en otros elementos más conscientes y mejor formados de la sociedad con la posible idea de formalizar una modelización predictiva del estado de cosas en la sociedad capitalista. ¿Por qué? Porque tal y como hemos introducido en el primer párrafo, esto permitiría a la clase trabajadora posicionarse del modo más ventajoso posible para sus intereses de clase al elevar su consciencia de lo que sucede y sucederá a su alrededor bajo el sistema actual. Como es obvio, esta cuestión ya ha sido ampliamente tratada en la literatura a lo largo de la historia y lo continúa siendo, donde arquetípico es el ejemplo del propio Karl Marx o el de Friedrich Engels. Sin embargo, no existe una aproximación cerrada y absoluta, por lo que la continua investigación y reflexión considerando las circunstancias históricas del momento resultan imperativas para los intereses de la clase trabajadora.

2. Potencial modelo recursivo

Como sabemos, un nuevo ciclo económico ha comenzado recientemente con una tímida etapa de crecimiento económico o expansión. Existen dos paradigmas primordiales en el sistema capitalista para la superación de la fase de depresión o crisis económica. Uno se encuentra referido a la fuerza de trabajo. El otro a la apertura de nuevos mercados, principalmente, a través del mecanismo de la guerra que, como ya indicara Carl von Clausewitz, no es más que la continuación de la política por otros medios. En el caso español (sobre el cual nos centramos de ahora en adelante), si bien todo parece apuntar a que la participación en guerras de naturaleza imperialista presenta un carácter secundario respecto de la de otros Estados occidentales y supeditada a estos, las medidas adoptadas para la salida de la crisis concernientes a la fuerza de trabajo resultan mucho más evidentes. Estas son, esencialmente, su expulsión en parte del sistema y la precarización de sus condiciones laborales. Ambos mecanismos son intercambiables, por supuesto, en diferente grado, tal que la profundización en la precarización de las condiciones laborales puede permitir aliviar la expulsión de fuerza de trabajo del sistema y viceversa. De forma sencilla, esta idea sugiere que, marginalmente, una determinada tasa de crecimiento del producto interior bruto podría ser expresada a partir de un modelo de combinación lineal de la población activa y alguna clase de medida inversa de la precariedad de ésta en el marco de unas condiciones históricas particulares. Las constantes de proporcionalidad de ambas variables, por determinar, nos indicarían en qué grado éstas son intercambiables. Actualmente, con tal de aliviar las altas cifras de paro y así embellecer las estadísticas, las medidas adoptadas se mueven en la dirección de intensificación de la precarización de las condiciones laborales de la clase trabajadora (reducción salarial, incremento de la temporalidad, jornadas abusivas, etc.). No obstante, esto no termina por reducir de un modo sustancial la expulsión de fuerza de trabajo a causa de la afección directa de otra serie de variables, algunas de carácter estructural en nuestra nación. Esto presenta a su vez una serie de implicaciones directas, algunas de las cuales se ven reflejadas en la actual pirámide poblacional española que adopta forma de flecha al comenzar su inversión. En este sentido, podemos destacar tanto la dificultad existente para la reproducción de la fuerza de trabajo, con su impacto en las cifras de natalidad, como el aumento de la emigración en una franja de edad joven debido a la coyuntura económica.

¿Y qué se puede prever a continuación? Intuitivamente, supondremos un modelo recursivo muy sencillo en términos de la dinámica que será descrita en las siguientes líneas. Es decir, dicho modelo no pretende describir un estado instantáneo de cosas pues, como se observará, sería negar en tal caso los bien estudiados ciclos económicos del sistema capitalista. Con la proletarización de las clases medias y la expulsión de fuerza de trabajo del sistema durante la crisis, y sin una masa crítica que absorba la producción durante la siguiente fase de expansión (más débil que la anterior), una nueva y más intensa crisis de sobreproducción es alcanzada en un menor intervalo temporal. De nuevo en esta fase son activados los mencionados mecanismos para tratar su fin: expulsión y precarización de la fuerza de trabajo y apertura de nuevos mercados. Este procedimiento, como se ha intuido, es repetido iterativamente tal que las sucesivas crisis económicas son cada vez más intensas y el período existente entre estas se ve reducido. Así, en términos de dinámica y considerando incrementos lineales de la unidad temporal tenida en cuenta, el factor de sobreproducción (concepto por definir formalmente) en un tiempo dado podría ser expresado como función de la inversa de la cantidad de fuerza de trabajo en el sistema en un tiempo anterior. Por el aumento monótono de la magnitud de los parámetros de frecuencia e intensidad de las sucesivas crisis a lo largo del tiempo, podemos intuir que dicha función es de naturaleza exponencial creciente (a menor cantidad de fuerza de trabajo (mayor es su inversa), mayor factor de sobreproducción por la imposibilidad de consumo). Análogamente, la cantidad de fuerza de trabajo integrada en el sistema en un tiempo dado podría ser expresada como función del factor de sobreproducción en un tiempo anterior. Por la misma razón argüida, podemos razonablemente suponer que esta nueva función es así mismo de tipo exponencial decreciente (a mayor factor de sobreproducción, menor cantidad de fuerza de trabajo en el sistema). Es más, ambas funciones exponenciales podrían ser compuestas tal que, una vez determinados sus hiperparámetros mediante el análisis de la dinámica económica real, la cantidad de fuerza de trabajo (el factor de sobreproducción) en un tiempo dado podría ser predicha (predicho) a partir de la propia (del propio) cantidad de fuerza de trabajo (factor de sobreproducción) en tiempos pasados.

3. De las condiciones de contorno de ruptura del modelo
 
Lógicamente, en un caso real existe una gran cantidad de factores que no hacen sencillo el análisis del estado de cosas. Sin embargo, puede resultar interesante el estudio del modelo propuesto y suficientemente acertado para la aproximación de la dinámica descrita. No obstante, ¿cuáles son las condiciones de contorno más notables? En primer lugar, debemos distinguir dos tipos: aquellas que restringen o modifican el comportamiento de este modelo recursivo (que a su vez es realimentado positivamente como se argumenta a continuación) y aquellas que establecen su parada o ruptura. Vamos a comentar superficialmente las segundas, pues resultan mucho más interesantes y sencillas de observar en primera instancia. Teóricamente, todo sistema realimentado positivamente podría funcionar indefinidamente hasta el infinito. En el mundo real, por la existencia de limitaciones físicas, ciertas condiciones de contorno juegan un papel crucial al establecer los criterios de parada de un sistema de esta naturaleza. De acuerdo con la descripción del punto anterior, el modelo recursivo propuesto basado en transformaciones exponenciales es realimentado positivamente, esto es, la expulsión de fuerza de trabajo produce un aumento del factor de sobreproducción que a su vez repercute, en términos de dinámica, en una nueva expulsión de fuerza de trabajo, lo que genera a su vez un mayor factor de sobreproducción, y así sucesivamente. De este modo, es evidente que el factor de sobreproducción tendería a infinito asintóticamente con el tiempo y la fuerza de trabajo integrada en el sistema haría lo propio tendiendo a ser nula también asintóticamente con el paso del tiempo. Antes de que tal cosa suceda, es posible que las condiciones de contorno rompan la dinámica de este sistema y, por tanto, el propio sistema. Una condición evidente es la futura extinción de la especie humana, pero observemos otras posibilidades de ruptura más cercanas en el tiempo. Variables que no han sido consideradas en el modelo así propuesto por simplicidad son las relacionadas con la apertura de nuevos mercados y el mecanismo de la guerra, especialmente activos durante la fase de depresión o crisis económica. No obstante, las materias primas y recursos del planeta son limitados, luego su terminación tendría implicaciones directas en la necesaria transformación de la sociedad capitalista y, por tanto, en la ruptura del modelo realimentado positivamente.

Otra posibilidad, a la cual aspiramos los comunistas, es la ruptura de la dinámica planteada mediante la revolución de la clase obrera conducida por su vanguardia organizada en torno al partido comunista. Sin embargo, esta condición de contorno es dependiente del modelo propuesto pues, de acuerdo con éste y con el paso del tiempo, ya vimos que la masa de trabajadores integrada en el sistema se reduce, particularmente dándose a su vez y en general un creciente proceso de lumpemproletarización. Así, considerando las condiciones históricas actuales y aceptando como válida la dinámica del modelo, sería posible prever un tiempo umbral futuro a partir del cual se alcance la masa límite o masa crítica de clase trabajadora por debajo de la cual ésta no es susceptible de ser organizada para la toma del poder. La existencia de este tiempo umbral sugiere, desde un punto de vista eminentemente pesimista, la eliminación de toda condición de ruptura consciente, es decir, protagonizada por el ser humano. Con la inexistencia de una masa crítica trabajadora y aceptando que el lumpemproletariado presenta un carácter reaccionario tal y como Karl Marx y Friedrich Engels introdujeron en La Ideología Alemana, es posible tender asintóticamente a infinito factor de sobreproducción y nula fuerza de trabajo en el sistema al no haber una fuerza de oposición suficiente que haga frente a las clases dominantes, con la consiguiente barbarización de la sociedad. Es decir, se produce la entrada en un indeseable estado de saturación con un grado de polarización extrema nunca visto, esto es, una vestigial clase dominante que concentra prácticamente toda la riqueza frente a la práctica totalidad de la humanidad en situación de miseria. Así, como ha sido introducido, las únicas condiciones de contorno de ruptura de la dinámica planteada se refieren a aquellas ajenas a la voluntad humana, como la extinción de la propia especie mencionada en primer lugar. Sin embargo, dado que el ser humano, como especie, posee memoria, sería necesario analizar bajo dichas condiciones distópicas, a la par que teniendo en cuenta todo el aprendizaje histórico integrado hasta dicho momento, si sería posible organizar a las diferentes capas semi- y lumpemproletarizadas en sentido progresista ya que estas heredan de clases sociales que disfrutaron de unas mejores condiciones materiales de existencia.

La última condición de ruptura que mencionaremos en esta disertación consistiría, en vistas de un serio riesgo para el sostenimiento del estado de cosas y, por tanto, de la dinámica modelada, en una transición suave de modelo comandada por las clases dominantes para la perpetuación de su dominación de clase bajo un nuevo sistema aún no conocido y diseñado por ella. Nótese que esto no representaría un caso de lampedusianismo en sentido estricto debido a la necesaria sustitución de la dinámica del sistema capitalista. No obstante, esta última condición no es más que un mero ejercicio de imaginación, y su concreción corresponde a los intelectuales propios de las capas dominantes en previsión de un riesgo futuro para su situación ventajosa.

4. Conclusiones

Resumidamente, bajo las condiciones históricas actuales y asumiendo el modelo recursivo de la dinámica planteada, todas las condiciones de ruptura conscientes discutidas han de acontecer antes del alcance del tiempo umbral por el cual la fuerza de trabajo integrada en el sistema desciende por debajo de la masa crítica de clase trabajadora susceptible de ser organizada para la toma del poder. De otra manera es posible alcanzar un punto de no retorno de barbarización de la sociedad que terminaría con la propia especie salvo que las nuevas condiciones distópicas permitiesen organizar a las clases semi- y lumpemproletarizadas. En conclusión, resulta perentoria la concreción de este diagnóstico y modelo mediante la determinación de sus hiperparámetros a partir de la observación de la dinámica económica real, su validación y, en su caso, la estimación del tiempo umbral descrito. A continuación, sería precisa su asimilación por parte de la clase trabajadora en pos de llevar a cabo líneas de acción que, como dijimos, le permitan posicionarse del modo más ventajoso para sus intereses de clase evitando converger a la tan indeseable sociedad distópica a la cual claramente ya tendemos.

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